Las huellas energéticas en el momento de la concepción
Por Rubén Escartín, julio de 2022.
Uno de los momentos más importantes en la historia encarnada que vivimos es, sin duda, el momento en el que somos concebidos. Esta acción, realmente, no se concentra en unos pocos segundos durante el acto sexual, sino que energéticamente requiere de una preparación previa al momento cumbre. Toda esta preparación es completamente inconsciente y a la vez, hay un campo de información familiar latente que baraja aquellas improntas y huellas energéticas del clan no resueltas, y que en el momento de la fecundación van a dejar una huella energética en ti como si de una fotografía se tratara. Le llamamos también imágenes congeladas. Una fotografía entregada a ti como un souvenir para recordarte que perteneces a un clan, que a partir de ese momento tu autoimagen y tu sentir, va a basarse en esa huella de bienvenida a la encarnación.
Hay muchos tipos de huellas improntadas en la concepción, y todas ellas nos van a otorgar un valor, un lugar en el clan, un mensaje de lo que se espera de nosotr@s, como una especie de brújula que nos va a recordar el camino con el que fuimos marcados en ese instante y que lleva implícito una necesidad de nuestra familia no satisfecha.
Al leer esto podrías pensar que vaya broma de mal gusto con la concepción, y seguro que en algún momento hasta te irritas al conocer esta información, pero debes comprender que tu Alma eligió precisamente esta familia y este clan para que tú pudieras realizar tus tareas evolutivas desde el prisma que esa huella te da.
Toda huella energética te va a otorgar facilidades para ciertos aspectos y te va a dificultar otros, pero lo realmente interesante es reconocer estas huellas energéticas y ponerlas al servicio de tu Alma. Hay veces que estas huellas o imágenes congeladas nos condicionan el hecho de no encontrar pareja, de no tener suerte financiera, de somatizar esta huella en una patología orgánica… Conectar con estas huellas realmente nos permite reconocer la fuente de ciertos patrones y en muchas ocasiones darles la vuelta para aprovecharlos en su potencial creador.
Estas huellas están en tu campo de información, en tu inconsciente, en tu mente familiar, por tanto, todos tenemos acceso a nuestras improntas de la Concepción. Conéctate a ellas y deja que la información brote a la superficie.
Rubén Escartín