El espacio de depresión familiar
Existe un espacio vibratorio, un soporte, un colchón familiar, que se compone de todo el dolor no gestionado por los distintos miembros del clan, por todo lo que han vivido los ancestros y no supieron solucionar, sanar, liberar… Ese espacio, que es común en todas las familias y que forma parte del colectivo, acumula la impotencia, el sufrimiento, el dolor, las emociones reprimidas, la ofuscación… de todos los miembros del clan, y cada uno de nosotros tenemos conexión con este espacio.
Este lugar es el soporte vibratorio para enfermedades, depresiones, patrones de conducta destructivos, conflictos de relación… y es por ello, que cada uno de los miembros del clan, de la familia, encarnan algunos de los aspectos ocultos en este espacio.
Algunos miembros del clan encarnan la depresión, otros el miedo paralizante, otros la insatisfacción, otros el abandono, otros los duelos no realizados…
Algunas veces estas patologías, síntomas o expresiones son temporales, y sin saber por qué y sin motivo aparente, se entra en un estado de depresión, oscuridad, tristeza, soledad… Significa que todo ese poso que permanece en el fondo, emana hacia la superficie para que alguien pueda transmutarlo, liberarlo y sanarlo, pues es una energía bloqueante y densa, que busca ser sanada por la Consciencia Familiar.
Otra veces no es temporal y se instala esa expresión en un miembro del clan de manera permanente, con el mismo objetivo de lo anterior, pero con una necesidad mayor de sanación y transmutación de esa energía de anti-luz, densa… que simplemente espera a ser sanada.
Pueden haber ciertos desencadenantes para que se activen con mayor o menor fuerza los síntomas y las emanaciones de este espacio sobre algunos miembros del clan. Por ejemplo las energías del inconsciente colectivo. Hay ciertas celebraciones y épocas del año, que por sus cualidades energéticas son susceptibles de activar con mayor grado esa emanación.
Cuando celebramos el día de Todos los Santos, el día de los difuntos, hay una fuerte llamada del colectivo humano para contactar con la temática de la muerte, con los duelos no realizados, con el dolor de las personas que murieron, cómo murieron, cómo vivieron esa muerte los familiares, la rememoración de muertes consideradas deshonrosas, suicidios…
La celebración de las fiestas navideñas es otro momento de reunión, de los vivos y del recuerdo de los que ya no están. Esa energía colectiva de reunión, también abre brecha a ese espacio para poder transmutar y sanar, pero como siempre, hacerlo o no hacerlo, va a depender del humano.
Para empezar, si no somos conscientes de que existe este espacio, es complicado poder actuar sobre él para sanarlo. Una vez ya conocemos de su existencia, debemos estar atentos a cuando se nos activen estos síntomas que se han mencionado sin motivo aparente (aunque a veces se activan por un desencadenante en tu vida diaria y que te conecta con ese espacio por tener afinidad con la emoción y el conflicto que estás viviendo en ese momento).
Dependiendo de las herramientas de cada uno se puede abordar desde un prisma u otro, pero siempre desde el plano vibratorio y energético, pues es el lenguaje universal que permite trabajar más allá del tiempo y el espacio.
Para aquellos que conozcan la Bioenergética Universal, utilizamos la técnica base (tubería de luz, ascensión cromática, expansión de cuerpos y Conexión con el Diseño Original) para depurarnos de esas energías que habitan en nuestros cuerpos, y nuestros centros. Además de poder meter en tubería de luz universal y colectiva ese espacio para empezar a limpiarlo. (Si no conoces esta técnica, puedes encontrar 5 clases abiertas en nuestro canal de Youtube en donde se explica y se dirigen las prácticas para poderla utilizar https://www.youtube.com/watch?v=Jy3QQsUKWTY)
Por otro lado existe una herramienta muy potente para realizar este trabajo de transmutación se llama Rueda de Redención y se encuentra descrita en el capítulo XXII del libro EL AMANECER DE LOS ÁNGELES (ediciones Amatista). Allí explica cómo utilizar esta herramienta completamente accesible para todo el mundo, y de su efecto transmutador sobre cualquier situación densa, de dolor, de sufrimiento… En este caso es sobre una espacio que acumula todas estas energías, con lo que hay que ir trabajándolo, más allá de la época del año, pues es un espacio que siempre está activo.
Es importante trabajarlo, pues de esta manera vamos soltando carga nosotros, nuestros ancestros y nuestros descendientes, así todos ganamos.
Rubén Escartín